jueves, 12 de noviembre de 2015

La etapa adulta

El desarrollo adulto se enmarcan en el importante cambio de estructura que sufre el psiquismo durante esta edad, que constituye la condición indispensable para ir consiguiendo la madurez de la personalidad que se espera del hombre conforme avanza en edad y que, trascendiendo el desarrollo biológico, exige el esfuerzo y la autoeducación como tarea que no termina nunca. Así mismo, este cambio de estructura da lugar al fenómeno paradójico dicho cambio de estructura "compensa" la tendencia biológica hacia la decadencia que se hace sentir ya después de los 30 años.
La Edad adulta temprana de los 20-21 a 30-32 años: El adulto joven ha alcanzado la plena madurez corporal y se halla en plena posesión de sus funciones psíquicas. Desde un punto de vista psicosocial, la edad adulta joven se caracteriza por la separación real e intrapsíquica de la familia de origen y el compromiso con nuevas tareas específicas. El sujeto termina por resolver la dependencia, establece la confianza en sí mismo y comienza a formular nuevos objetivos adultos que inducen nuevas estructuras destinadas a promover la estabilidad y la continuidad.
La Edad adulta media de los 30-32 a 42-44 años: La edad adulta media constituye el núcleo de la vida y debería representar la edad del adulto maduro. En ella se llega a una estabilización de todo lo que hasta ahora se encontraba en agitación, el individuo tiene que realizar en esta edad la tarea de determinarse específica y definitivamente en los aspectos fundamentales de su vida.
La Edad adulta tardía de los 42-44 a 56-68 años: La edad adulta avanzada, también llamada edad involutiva, es una época de decadencia biológica y fuertes conmociones psíquicas. De los 45 a los 50 años se presenta una notoria disposición a las llamadas crisis de inflexión de la vida. Vista en conjunto, la edad adulta tardía supone una gran prueba de confirmación de la personalidad.

VEJEZ

La conciencia universal del envejecimiento, los visibles cambios que se producen en el aspecto exterior de la persona, y la mayor incidencia de enfermedades importantes, convierten a las ideas y sentimientos sobre la decadencia de la vida en un tema relevante y a la necesidad de aceptación gradual de esa realidad en un proceso necesario para un funcionamiento sano.
El proceso de envejecimiento corporal, la muerte de los padres y de los contemporáneos, el crecimiento de los hijos, etc., enfrentan cara a cara con la realidad inevitable de la limitación del futuro y de la muerte personal. La persona tiene que adquirir la fuerza suficiente para poder superar las cargas físicas y enfrentarse serenamente con la muerte. La vejez comprende también tres periodos de edad con características diferenciadas, dentro del común denominador de una paulatina y “fisiológica” decadencia física que puede entorpecer y/o distorsionar la manifestación de unas capacidades psicosociales.
Vejez temprana de los 56-58 a 68-70 años: Se agudizan los procesos de envejecimiento comenzados después de los 45 años. Con todo, el estado de las facultades psicofísicas permite aún, por regla general, el ejercicio del trabajo profesional. Se encuentra todavía profesionalmente en condiciones de rendir al máximo ya que suple con experiencia y madurez la posible falta de movilidad y dificultad para el cambio. Desde el punto de vista psíquico es ahora cuando verdaderamente está capacitado para cargos de responsabilidad.
Vejez media senectud de los 68-70 a 80-82 años: La senectud implica la definitiva disminución y decadencia de las fuerzas psicofísicas. Los rasgos más llamativos son las limitaciones corporales –menor fuerza y movilidad y menor capacidad de los sentidos- y la disminución de las funciones psíquicas.

 Características físicas

Estos tipos de cambios son los más evidentes...basta con levantarse en la mañana y mirarse al espejo para darse cuenta del proceso de envejecimiento, de pérdida de la “juventud”, pérdida que es vivida con dolor, porque aunque el sujeto no quiera, no puede aislarse de una sociedad en que existe una sobre valoración de la juventud y de todo aquello que se le relacione (el aspecto físico, sin fuerza, torpes y lentos, desmemoriados y con un nivel de inteligencia en constante declive, que de alguna manera deben ser marginados de la sociedad. Los principales cambios observados a nivel físico en los ancianos:
Problemas de irritación sanguínea: la caja torácica se vuelve más rígida, lo que se traduce en una disminución de la capacidad respiratoria y las consecuentes fallas en el sistema respiratorio del sujeto; además, disminuye el ritmo cardíaco, aumenta la presión arterial, disminuye el suministro de sangre a todo el organismo en general debido a la disminución del volumen de contracción del corazón.
La sexualidad: las glándulas sexuales se atrofian, disminuye en las mujeres el nivel de estrógenos circulantes, con la consecuente disminución de lubricación vaginal que entorpece el acto sexual; en el hombre, se hace más difícil la erección y la eyaculación precoz se hace más frecuente.
Los sentidos: respecto al plano funcional de los procesos sensoriales, el sentido de la visión y de la audición son los que se deterioran antes, lo que significa una limitación de sus funciones. Los demás sentidos también se ven afectados, pero de manera menos intensa.
Aspectos externos o estéticos: se acentúa la canicie, la calvicie, la piel se hace más friable, lo que aumenta la cantidad de arrugas; hay cambios en la postura, lo que se traduce en una disminución en el tamaño del individuo, la fuerza muscular y la velocidad de reacción también disminuyen; se produce acumulación de tejido graso en determinados sectores del cuerpo. Se observa también atrofia muscular, caída de dientes.

Características emocionales

·        Cambios abruptos en el estado anímico
·         Disminución del interés por las actividades de la vida cotidiana
·         No lograr reconocer cambios en el comportamiento
·         No manifestar simpatía, preocupación, empatía o calidez emocional
·         Esta edad anímica inadecuada
·         Indiferencia frente a los acontecimientos o al medio ambiente

Características en el lenguaje
·       
i  Incapacidad para hablar (mutismo)
·         Disminución de la capacidad para leer o escribir
·         Dificultad para encontrar una palabra
·         Dificultad para hablar o entender el lenguaje (afasia)
·         Repetición de lo que se dice a las personas (ecolalia)
·         Reducción del vocabulario
·         Sonidos del habla débiles y sin coordinación

Características cognitivo
·         Deterioro neurológico
·         Limitaciones físicas
·         Factores psicológicos
·         Velocidad
·         Inadecuación de las tareas

·         Perdida de continuidad en la actividad intelectual



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